Ese mismo día, Alfonso XIII presidió su primer Consejo, aunque ya había asistido como oyente.
La España del regeneracionismo.
El término «regeneración» estaba en 1902 en boca de todos. En el plano económico, España registra en el primer tercio del siglo XX un proceso de crecimiento, el desarrollo del sindicalismo y un camino modernizador incuestionable. España era entonces un país agrícola y minero.
El crecimiento de la población era inferior al europeo a causa del índice de mortalidad, que en nuestro país alcanzaba casi el 30 por ciento, frente al 15 de la media europeas. El analfabetismo en España superaba el 60 por ciento mientras que en Francia no llegaba al 25.
No son pocos los autores que califican a Alfonso XIII como un Rey regeneracionista. Se esforzó, a lo largo de treinta años, por evitar lo que tras su caída se hizo inevitable: la Guerra Civil».
Bajo Alfonso XIII, España llega a ser nación industrial, alcanza el mayor nivel de población desde época romana, retorna a adornar el mundo de la cultura, que casi había abandonado desde que con tanto esplendor brilló en el siglo XVI, vuelve a plena participación en la política internacional durante la guerra europea y al abrirse la cuestión de Marruecos; reconquista espiritualmente la América que había descubierto, poblado, civilizado y perdido, y, por último, ve grandes problemas sociales y nacionales surgir en su vida interior y su pensamiento político.
Golpe de Primo de Rivera, el ocaso del Reinado
En 1923, el golpe militar de Miguel Primo de Rivera fue la solución de fuerza adoptada ante la crisis. El rey aceptó el hecho. Esta dictadura fue bien recibida por muchos sectores sociales en los primeros años. En 1925, con el desembarco de Alhucemas, se terminó con la guerra de Marruecos. Se produjo un restablecimiento del orden social así como un mayor desarrollo de las obras públicas. Más tarde, en 1930, y después del fracaso de Primo de Rivera, Alfonso XIII intentó restaurar el orden constitucional, pero los partidos republicanos, socialistas y regionalistas de izquierda lucharon unidos contra la monarquía. Las elecciones municipales del 13 de abril de 1931 dieron el triunfo en la mayoría de las ciudades a socialistas y republicanos. Fue entonces, cuando el monarca, para evitar una lucha civil abandonó el país, proclamándose la II República el 14 de abril de 1931.
Los últimos años de su vida los pasó en Roma, donde murió el 28 de febrero de 1941 a la edad de cincuenta. Su último recuerdo fue para España. Fue enterrado en Roma y junto a su cuerpo se depositó un saco con tierra de todas las provincias españolas. Posteriormente, en 1980, sus restos fueron trasladados al Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial donde reposan en la actualidad.
Agafa els epígrafs del tema i desenvolupa'ls. Ho tens un poc desordenat.
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